Este singular complejo megalítico está situado en Alemania, en el estado de Renania del Norte-Westfalia, en los bosques de Teutoburgo, cerca de Horn-Bad Meinberg. El singular paraje está compuesto por una curiosa formación de rocas areniscas que se elevan a gran altura, por lo que han sido denominadas por los arqueólogos como «columnas». Su extraño nombre es Externsteine y se cree que su etimología proviene de la cercana cadena montañosa de Eggegebirge, por lo que significaría algo así como «rocas del Egge».
Los arqueólogos afirman que fue utilizado como lugar de culto por el cristianismo, y que en la Alta Edad Media fue lugar de devoción para viajeros que desde el Rin marchaban hacia el este. Está confirmado que más tarde los monjes del monasterio de Abdinghof excavaron cuevas en la roca para celebrar oficios religiosos y que en el año 1033 el abad Wino von Helmarshausen, por encargo del obispo Enrique de Paderborn, viajó a Tierra Santa para visitar