No soy muy dado a hablar de mis circunstancias personales, pero, en el mes de enero, sufrí uno de esos puñetazos de realidad que te bajan a la tierra por unos instantes, de ésos que te quitan todas las certezas y seguridades que puedas tener. Un zarpazo que no ves venir y te recuerda que no vamos a"Mierda, tengo a medias y no creo que me dé tiempo a terminarlo antes de entrar en quirófano". Y mejor no miras el catálogo de juegos pendientes y sin abrir, porque, entonces, ya es para ponerse a llorar. También hay tiempo para recordar a los compañeros y amigos del sector que ya no están entre nosotros, y el tiempo que pasaste con ellos. Conversaciones en fiestas, viajes… o, incluso, discusiones. Piensas en todas las noticias de gente que no vivió lo suficiente para ver el juego que más esperaba o aquellos otros a quienes, en fase terminal, un estudio tuvo la deferencia de dejar probar su juego antes de que se apagaran para siempre.
DISFRUTAR HASTA EL DÍA EN QUE DEJEMOS DE ESTAR
Feb 23, 2024
2 minutos
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