EL PULSO DEL MUNDO DE LOS NEGOCIOS CORE BUSINESS
Desde el pionero Myspace hasta la red social española Tuenti, la historia de los fantasmas tecnológicos es tan rica como instructiva. Lo que en su día fueron proyectos innovadores, que prometían revolucionar la manera en la que interactuar en la red, en la actualidad han quedado en la penumbra del olvido digital y de la memoria colectiva. Eso sí, en su partida dejaron todo un legado detrás.
Pero, ¿qué hay detrás de su caída? Son distintos los factores que tejen la trama de su desaparición. Varios expertos apuntan a la falta de adaptación al cambio y la incapacidad para prever las tendencias del mercado. También hay errores de diseño o de marketing. A lo largo de estas líneas haremos un viaje por varias plataformas que sucumbieron ante la vorágine del cambio tecnológico porque –como asegura Chema Lapuente, periodista especializado en tecnología y cofundador de Tuexperto.com–, “al final todo se reduce a problemas de adaptación”, y el precio a pagar es decir adiós al mercado.
Si hablamos de redes sociales, Myspace, que nació en 2003, fue una de las primeras en triunfar. Con millones de usuarios, revolucionó la manera de disfrutar de la música, mucho antes de la llegada de Youtube o Spotify, y lanzó a artistas como Adele. Además de canciones, se compartían fotos y otros contenidos.bargo, con la llegada de Facebook empezó a perder terreno. En varias ocasiones intentó reinventarse, pero sin éxito. “No fue capaz de innovar, el caballo de batalla de todas las plataformas que acaban cayendo”, apunta Lapuente. Como las desgracias no vienen solas, perdió millones de datos subidos entre 2003 y 2015, convirtiéndose en la primera plataforma en enfrentarse a esta pérdida de información. No obstante, como veremos, no fue la única. A día de hoy, uno puede crearse una cuenta y navegar por este espacio, el cual se asemeja más a la estructura de una web de noticias musicales que a la de una red social.