n 2010, Ana Maiques (Valencia 1972) fue nominada por la escuela de negocios IESE como una de las emprendedoras más influyentes menores de 40 años en España, y recibió el Premio de la UE a las Mujeres Innovadoras de la Comisión Europea en 2014. También la institución la consideró una de las Cincuenta Mujeres más Inspiradoras de Europa. Posteriormente, en 2022 ganó el premio Goldman Sachs Entrepreneur of the Year; y hace apenas unos meses ha vuelto a ser galardonada en los Women Startup Awards 2023 por su impacto en el campo de la neurotecnología. ¿Su logro? La empresa Neuroelectrics que dirige y de la que es cofundadora ha Para mí es un reconocimiento a todas las mujeres que trabajan en mi compañía. Un 40 % de las 100 personas que formamos Neuroelectrics son ingenieras, biomédicas, electrónicas, físicas, matemáticas… Y me encanta. Ojalá que estos premios sirvan para que niñas, jóvenes y emprendedoras se vean reflejadas en ellos. Los referentes que tenemos tanto en emprendimiento como en ciencia suelen ser modelos masculinos. Me gustaría que empezásemos a cambiar esos modelos y que en la jerga del emprendedor y de la tecnología empiecen a sonar muchos nombres femeninos y no únicamente Steve Jobs. Referentes que aparte de ser muy lejanos, creo que no reflejan la diversidad del mundo. Me gusta mucho decir que el talento no tiene geogra- fía, el talento está en todas partes, no tiene género ni color. Desarrollar un nuevo tipo de terapia, que hoy en día no existe, basada en la estimulación eléctrica no invasiva para ayudar a pacientes que sufren de patologías neurológicas. Una de ellas es la epilepsia. Actualmente existen 50 millones de pacientes en el mundo que sufren este trastorno y un tercio de ellos no responde a la medicación. Lo que pensamos en Neuroelectrics fue en que a lo mejor a través de la estimulación eléctrica podríamos conseguir reducir las crisis epilépticas en pacientes con epilepsia focal que no responden a la medicación. La otra en la que estamos empezando a trabajar es en la depresión. Todo el tema de la salud mental es supercomplejo y a veces los fármacos tampoco acaban de funcionar para todos los pacientes, por lo que estamos haciendo estudios clínicos en depresión. Creemos que el cerebro es el organismo más complejo de nuestro cuerpo. Como decía Ramón y Cajal, "es casi un bosque indescifrable", porque hay 100 billones de neuronas que se están comunicando a una velocidad vertiginosa y cambiando constantemente. La obsesión de nuestra empresa es intentar entender el circuito eléctrico del cerebro para ayudar a pacientes con alzhéimer y otras patologías que hoy en día no tienen tratamiento. Tanto Giulio Ruffini, cofundador de Neuroelectrics, como yo y el resto de miembros de mi equipo estamos bastante obsesionados con la ciencia. Pensamos que la respuesta a temas como el cambio climático o la salud pasan por lo que se llama , que engloba a aquellos descubrimientos o innovaciones científicas y tecnológicas que tratan de mejorar el mundo que habitamos. Aunque no somos científicos, creemos en el valor de la ciencia bien hecha y en los datos para solucionar problemas relevantes de la humanidad; y pensamos que la salud es una de las áreas más bonitas donde tener impacto, como lo es también el cambio climático. Nosotros hemos hecho ya un estudio preliminar para la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en epilepsia en el que hemos visto cómo podíamos reducir las crisis un 47 %, y ahora estamos realizando un estudio en fase 3 con 190 pacientes en más de 40 hospitales. Y la idea es que tras finalizarlo tengamos la aprobación de este organismo, que es el que avala que tu terapia es efectiva y que la puedes utilizar en los pacientes. Todavía estamos en la llamada fase de desarrollo clínico. Con muchos. Aunque estemos haciendo estudios clínicos en epilepsia y depresión, hace muchos años que desarrollamos dispositivos que están utilizando los mejores investigadores y centros de investigación del mundo. En el campo del conocimiento del cerebro tenemos multitud de ejemplos. Tanto científicos como publicaciones científicas nos están ayudando a avanzar en cómo acercarnos a los pacientes. En Neuroelectrics hemos tenido un montón de reconocimientos, tanto científicos como en becas del European Research Council, o premios empresariales en innovación que realmente nos indican que vamos por buen camino. El problema es que para hacer una tecnología de ciencia se necesita tiempo y no se puede acelerar. Sí, desde hace tiempo, porque necesitamos herramientas que vayan más allá del ojo humano. Nosotros estamos desarrollando lo que llamamos Neurotwins, o modelos matemáticos del cerebro. Son copias digitales del cerebro en la nube que pretenden hacer un modelo computacional 3D del cerebro de un paciente para que así podamos simularlo. El objetivo es conocer cómo va a responder el paciente a un tratamiento antes de dárselo. Lo estamos utilizando en pacientes con epilepsia antes de darle un tratamiento, para simular y personalizar cómo va a responder su cerebro a él. Nosotros creemos que sí. No es sólo que sea menos agresivo, es que tiene menos efectos secundarios, lo puedes utilizar en casa. La mayor parte de los pacientes que nosotros estamos tratando hoy en día son refractarios a la medicación, es decir, los fármacos no les funcionan. Creo que es una tecnología bastante segura que el paciente puede utilizar en su propio domicilio.
