Según diversas fuentes sin contrastar, los pescadores llegaron al puerto con el extraño objeto a cuestas y con la intención de aclarar el misterio. Sin embargo, no pudieron hacerlo: los estaban esperando los militares de la Armada, quienes les quitaron su carga y les hicieron fuertes advertencias. Todos los implicados en el hecho debían guardar estricto silencio, ya que nadie nunca debía saber lo que había sucedido allí, ni siquiera sus familiares. El objeto existía porque ellos mismos lo habían rescatado del mar, pero, a partir de que lo entregaron, debían olvidarlo para siempre…
Los militares sí creyeron que era posible. Así que, con toda la parsimonia de cualquier operación encubierta y con milimétrica estrategia, subieron aquel objeto a una góndola del Ejército y tomaron camino. Mientras, los escoltas militares siguieron la caravana hasta La Graña. Dicen que allí el objeto fue insertado en unos túneles que atraviesan el monte en el interior de la base de submarinos de esa localidad…
UN OVNI… QUE NO TENÍA IMPORTANCIA
El avistamiento del OVNI de Ferrol se produjo la noche del 2 de abril de 1966, entre las 23.30 y las 0.15 horas, cerca de la Estación de Radio La Carrera, un