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Han pasado más de 30 años del estreno de (Jonathan Demme, 1991) y, a pesar de las múltiples y tentadoras ofertas (secuela incluida), a Jodie Foster no se le había pasado por la cabeza volver a interpretar a una detective. Hasta que llegó la directora mexicana Issa López y le propuso protagonizar la cuarta temporada de la franquicia de HBO Max creada por Nic Pizzolatto y que también estrenará el 15 de enero Movistar Plus+. Nos lo cuenta la propia actriz nada más recibirnos, en exclusiva, en los estudios Fossa de Reikiavik, Islandia, en plena grabación de la nueva entrega de la serie. Estoy dentro. nos explica. Subtitulada la nueva tanda está ambientada en Ennis, una ciudad ficticia perdida de Alaska donde, dice la actriz, y que se enfrenta a la desaparición de los ocho hombres que operan en la estación de Investigación Ártica Tsalal. La acompañará Evangeline Navarro (Kali Reis), su polo opuesto y que, según avanzaba el tráiler, podría tener una conexión con la temporada 1 al identificar en una de las víctimas el símbolo de una espiral. Pero es en la frialdad de Foster donde radica la primera diferencia con pregunta inevitable a la que responde con una melancólica sonrisa. . Un atuendo imprescindible para enfrentarse al segundo reto que supuso aceptar este personaje: mudarse durante más de seis meses a la capital de Islandia, donde han llegado a grabar a menos 22 grados centígrados. Para iniciar su nueva vida allí, invitó a la directora y a Mari-Jo Winkler, productora ejecutiva, a una ceremonia de
