AVIACIÓN MILITAR
Firmemente sujeto al asiento eyectable, bajo la visera de mi casco y bajo el mando del mayoraviador Suman, me quito el pasador de bloqueo del asiento. Iniciamos el taxi para el vuelo más inolvidable de mi vida: una hora sobre el Valle de Paraíba del Sur a bordo del A-1B 5650, de la División de Ensayos en Vuelo de la Fuerza Aérea Brasileña. El AMX es una aeronave de ataque, subsónica, con un reactor y sin postquemador, producida por el consorcio ítalo-brasileño AMX International, compuesto por las empresas Aeritalia (hoy Alenia Aerospazio), Aermacchi y Embraer.
BRIEFING
El vuelo había comenzado mucho antes. Debido a la complejidad de la aeronave, fue necesaria la presentación de algunos de sus sistemas y de su asiento eyectable. En el briefing, una hora y media antes del despegue, fueron descritos todos los procedimientos para una eyección.
El A-1B tiene dos asientos eyectables Martin-Baker MK-10L, cero-cero (lo que significa que la eyección puede hacerse con la aeronave parada en tierra). Según la paciente explicación dada por el mayor-aviador Lima y Souza, los asientos lanzan a los tripulantes a través del canopy, que se rompe con la ayuda de una especie de “cuerno” pegado a la parte superior del asiento. Para evitar que el asiento delantero golpee la parte trasera, los dos asientos se lanzan en ángulos ligeramente laterales, de modo que uno tienda a ir a la izquierda y el otro a la derecha.
A continuación, se iniciati-G. Esta vestimenta posee bolsas de aire que se inflan cuando la aeronave es acelerada verticalmente. Al inflarse, las bolsas presionan el vientre y los muslos del tripulante, impidiendo que la sangre fluya desde el cerebro hacia las piernas durante altas aceleraciones verticales, manteniéndolo consciente. Debidamente vestidos, caminamos hasta la aeronave que nos esperaba, abrigada bajo un hangar.