Hace entre ochocientos mil y novecientos mil años, varios cientos de individuos, tal vez miles, vivieron en la sierra de Atapuerca. Allí se convirtieron en cazadores de cérvidos, équidos y grandes bóvidos, al tiempo que apuraban despojos de mamuts y rinocerontes. También recolectaron frutos como la almeza, una baya muy dulce que crecía junto a las laderas y que comían después de practicar el canibalismo. Se trataba del Homo antecessor (en latín, “el hombre pionero, explorador”), una especie extinta que se paseó por el mundo hace casi un millón de años. Los dientes hallados en 1994 en Atapuerca se consideran uno de los fósiles humanos más antiguos encontrados en Europa hasta el día de hoy. Gracias a la paleoproteómica, es decir, a las nuevas técnicas para analizar las proteínas de huesos y dientes, sabemos que los dos dientes que encontró la arqueóloga Aurora Martín Nájera el 8 de julio de 1994, hurgando en la tierra arcillosa con un destornillador y un pincel, pertenecieron a una población humana del Pleistoceno inferior.
EL HOMÍNIDO MÁS ANTIGUO DE EUROPA
Dec 13, 2023
6 minutos
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