Alberto Iglesias (San Sebastián, 1955) es la figura más destacada de la música cinematográfica española. Ha ganado once goyas (candidato en otras siete ocasiones) y sendos premios en los festivales de cine de Cannes y Venecia, además de contar con cuatro nominaciones al Óscar de Hollywood. Ha compuesto la banda sonora de catorce películas de Pedro Almodóvar (todas desde que en 1995 comenzara su relación con La flor de mi secreto). Pero ahora ha querido publicar conjuntamente dos obras para orquesta de cámara y coro: Asalto al castillo y Phantom Songs, en el que en vez de imágenes visuales ha empleado imágenes poéticas para su inspiración.
Visto desde fuera, uno imagina que componer para el cine es como ajustarse a lo que el director le requiere. ¿Ha sentido más libertad al escribir para usted mismo?
Nunca se compone bajo una orden exacta de cómo ha de ser la música.constreñía. Más bien me impulsaba a buscar nuevas ideas. Después he compaginado eso con trabajos no cinematográficos. Pero nunca me ha parecido que estuviera haciendo cosas totalmente diferentes. Cuando he trabajado en estos dos álbumes que publicamos ahora, por ejemplo me he sentido libre, aunque también me he impuesto unas normas, unas reglas por las que moverme. He puesto música a unos poemas que yo he escogido, pero esos poemas –de John Ashbery, René Char, Pier Paolo Pasolini y Wallace Stevens (para ); o Samuel Beckett y Wallace Stevens (para ), por sus características, me han limitado al mismo tiempo que impulsado. La libertad hay que adquirirla y soy libre porque tengo una idea: lo que te libera de verdad es tener una buena idea.