na mariposa diminuta está posada cerca del hombro derecho de Cailee Spaeny (Misuri, 1998). Su piel casi traslúcida hace inevitable desviar la mirada hacia el tatuaje. “No tiene ningún significado”, se apura en desbaratar cualquier simbología, atribuyendo la figura a una fase, concretamente a un descalabro de ánimo durante la pandemia. “El mundo estaba en llamas, pensé que no volvería a actuar”, relata divertida la anécdota que la llevó también a perpetuar su fecha de nacimiento en la nuca. “¡Una estupidez!”, se mofa.
Bautizada con fuego
Nov 24, 2023
3 minutos
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