Sofia Coppola (Nueva York, 1971) no puede dejar de ser Sofia Coppola. Sea en el Tokio de (2003), en el Versalles de (2006) o en el Hollywood de (2010), sus películas vuelven una y otra vez a la figura de una joven empujada a una cierta alienación en el interior de una jaula de oro. A esta lista de chicas solitarias, extraviadas en un mundo de privilegio, se suma ahora Priscilla Beaulieu Presley, la heroína de quien tuvo la suerte y el infortunio de conquistar el corazón de Elvis, el Rey del Rock. ¿Pero hasta qué punto es consciente Coppola de su tendencia a inmortalizar figuras femeninas solitarias y melancólicas? Priscilla, María Antonieta, cuenta a FOTOGRAMAS. En realidad, según Coppola, lo primero que llamó su atención fueron las inusuales circunstancias en las que se dio el encuentro y noviazgo de Priscilla y Elvis: la célebre mansión de Elvis.apunta la cineasta, que también destaca el carácter universal de la experiencia de Priscilla.
