os sacerdotes del antiguo Egipto dividían la naturaleza humana en tres elementos: cuerpo, alma y ka, lo que hoy en día llamaríamos un doble. A lo largo de toda nuestra existencia el ka nos acompaña como un gemelo siniestro, una réplica de nosotros mismos que se ocupa proviene de , 'doble', y , 'andante'. El doble que camina a tu lado. Según el psicoanalista Jacques Lacan, el Yo se constituye en la primera infancia a través de un reflejo especular. La imagen se convierte en la matriz del ego. La copia precede al original. Cada uno de nosotros alberga en sí una presencia que nos persigue y nos sostiene. Pregunten si no al Dr. Jekyll. Pero no es lo mismo el desdoblamiento que el doble. El primero supone que hay dos diferentes dentro de ti, el segundo, que hay uno igual que tú fuera de ti. No sé cuál de las dos opciones suena más inquietante. En el fondo siempre está el miedo infantil a ser sustituidos. Por eso quizás tanta inquina entre hermanos. Paradójicamente suelen ser los gemelos los que mejor llevan eso de tener un .
