n 1976, una exposición en el Museum of Modern Art (Mo-MA) de Nueva York puso patas arriba todas las convenciones que dictaban, hasta ese momento, cómo debía ser la fotografía artística. Para su promotor, John Szarkowski, director del Departamento de Fotografía del MoMA durante casi tres décadas, las instantáneas del artista invitado, William Eggleston, eran perfectas. “¿Perfectas? Perfectamente banales, quizá. Perfectamente aburridas, desde luego”. Así de desdeñosa fue, en cambio, la acogida de Hilton Kramer, crítico del . El mundillo artístico de la época se polarizó entre entusiastas acérrimos y airados detractores de Eggleston. ¿Por qué? ¿Qué tenían sus imágenes de fascinante y por qué
WILLIAM EGGLESTON USA A TODO COLOR
Nov 15, 2023
4 minutos
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