MIERCOLES 28
El primer día de festi siempre es especial. Habiendo calentado motores la jornada anterior con unas cervecitas y un picoteo gourmet, llegaba ese gran momento de la recogida de pulseras y pasar a la acción. A las tres de la tarde dábamos por comenzada la XVIII edición del Resurrection Fest, con un día muy intenso por delante. Con la apertura a manos de Endwalker, a las 15:15h nos plantábamos en el Ritual Stage para ver a Lampr3a, formación vasca que logró una buena cantidad de público a pesar del horario y ofreció uno de los bolos con mejor sonido del día. Con elegancia y técnica, presentaron “ESnSE” en un show en el que derrocharon calidad y buen hacer. Una apertura de lujo. El ritmo en el Resu es frenético y, por ello, tras los shows de Ktulu, As Everything Unfolds y Dead by April en el Main, llegaba la hora de un grupo que está pegando fuerte este verano: Orbit Culture. Un Ritual Stage abarrotado a pesar de ser poco más de las 18:00h donde Niklas Karlsson y los suyos se apoderaban del lugar y abrían con una brutal Open Eye. Un concierto increíble que se nos hizo muy corto. Estos suecos van a dar mucho que hablar.
Los americanos Motionless in White se subían algo más tarde al Main, con un Chris Cerulli muy cercano y recordando al público los orígenes del Resu. Abrieron con “Disguise” e hicieron un repaso a toda su carrera, retomando álbumes como “Reincarnate” o “Graveyard Shift”. Con un sonido y una voz bestiales, sus fans quedaron maravillados. La tarde iba a resultar difícil: Born of Osiris en el seguidos por The Ghost, que se solapaban con Wargasm. The Ghost Inside nos emocionaron cuando, al finalizar “Aftermath”, su batería Andrew Tkaczyk se levantó para agradecer el apoyo de sus fans tras haber perdido una pierna en el accidente que sufrió en 2015 y, a pesar de ello, haber logrado continuar con su carrera. Después de la fugaz incursión al bolo de Wargasm, abarrotado, llegábamos a Alcest que se quedaron un tanto sosos para lo que esperábamos. A las 22:45h Behemoth aterrizaban entre llamas al Main dispuestos a hacer la competencia a los cabezas: Ghost. Y es que el show de los polacos es de otra galaxia. Un sonido perfecto y un Nergal que no paró en todo el concierto. Echamos de menos el clásico “O Father, O Satan, O Sun!” que llevan tiempo sin tocar en directo, aunque no faltaron “Ora Pro Nobis Lucifer” o “Blow Your Trumpets Gabriel” aderezadas con fuego y atuendos espectaculares. Una hora después llegaba el solape de Perturbator y Amenra. Un Ritual a tope de fans acogía a unos Perturbator que montaron una fiesta en un abrir y cerrar de ojos. Amenra dieron un buen concierto también y, para cuando nos dimos cuenta era ya la hora de los cabezas. En el dilema entre Ghost y Hatebreed nos decantamos por los suecos. Papa Emeritus llegaba poco antes de la una acompañado por sus queridos . El decorado, una catedral gótica llena de vidrieras marca la diferencia entre ver a un grupo cualquiera y Ghost. “Kaisarion” abrió el show y a partir de ahí fue una locura: “Rats” seguida por “Faith” llenas de riffs brutales y con un sonido gordísimo. Un setlist que fue una pasada en un concierto en el que no cabía ni un alfiler. Tras “Year Zero” llegaba “Miasma” en la que Papa Nihil vuelve de entre los muertos para tocar el saxo y hacernos reír un rato. Por sacar punta al show, “Elizabeth” o “Con Clavi Con Dio” podían haber sustituido a “Mary on a Cross” y “Kiss de Go-Goat”. Las echamos de menos. Y, cómo no, en “Mummy Dust” derrocharon chulería lanzando los famosos dólares de Ghost, cerrando un concierto increíble con “Dance Macabre” y “Square Hammer”. Un show impresionante.
