n cuento de empezaba así: «En los viejos tiempos del rey Arturo, cuya fama todavía pervive entre los naturales de Gran Bretaña, todo el reino andaba lleno de grupos de hadas». Estas ya no existían en su época, escribía el autor inglés socarronamente, porque «actualmente las oraciones y la rebosante caridad cristiana de los buenos frailes llenan todos los rincones y recovecos del país como las motas de polvo centellean en un rayo de sol, bendiciendo salones, aposentos, cocinas y dormitorios; ciudades, burgos, castillos, torres y pueblos; graneros, alquerías y establos; esto ha ocasionado la desaparición de las hadas». Las mujeres, de este modo, a los únicos sátiros a los que podían encontrarse eran a los frailes que hay por doquier. Pero también a
J.R.R. Tolkien DEL MITO ARTÚRICO AL ANILLO COMUNITARIO
Sep 07, 2023
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