La actualidad en su momento –noviembre del 2015– hizo que, de alguna manera, fueran las últimas páginas, antes del aparato cronológico, bibliográfico, etc. de Neruda. El príncipe de los poetas» (Ediciones B), tituladas «El último enigma. ¿Fue asesinado Neruda?», las de mayor trascendencia de esta biografía. Su autor, Mario Amo rós, que ya había pisado suelo chileno con Allende. La biografía, se hacía eco de lo que justamente aquellos días iba tomando cuerpo: el hecho de que el Gobierno chileno veía «altamente probable» que el poeta no muriera de cáncer. Todo empezó en el año 2013, cuando se abrió su sepultura en Isla Negra, a petición de un juez que llevaba un par de años investigando el asunto después de una denuncia presentada por el Partido Comunista del país. Pues bien, las conclusiones del informe señalaban una inyección en el abdomen como verdadera causa del fallecimiento, administrada en una clínica que, por otra parte, estaba intervenida tras el golpe de Estado de Pinochet, quien habría ordenado el asesinato de Neruda el 23 de septiembre de 1973.
Amorós llegaba a ese punto después de adentrarse en un trabajo que le había costado cuatro años de investigaciones, como apuntaba él mismo, en archivos de Chile, España y Rusia, entre otros países, con especial énfasis en fuentes inéditas: «Pablo Neruda fue el príncipe de los poetas, tuvo tanta fama y tanta gloria en su tiempo…».