ienes el millón de maravedís”, le dijo Isabel la Católica a Cristóbal Colón. A toda prisa, el almirante había sido convocado para recibir esta feliz noticia; podía financiar su viaje. ¿Cómo? Porque la reina había empeñado sus joyas personales al judío Luis de Santángel, un protegido de la corte. Y eso que valían muchísimo menos. Pero poco le importaba a ella, que presumía de poder recuperarlas rápidamente y sin devolver el dinero. Porque, tras la expulsión de los judíos en 1492, aquel prestamista
LAS JOYAS TRAS EL VIAJE DE COLÓN
Oct 18, 2023
3 minutos
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