se cayó en la marmita del humor cuando era pequeña. La viñeta ha sido su poción mágica. Le ha servido para endulzar la vida incluso en lo momentos más amargos. “Me recuerdo dibujando desde siempre”, cuenta a . “Ya en el instituto, en Caldes de Montbui (Barcelona), hacía garabatos, sobre situaciones cotidianas, no muy distintos de lo que hoy son mis viñetas”. Con el tiempo, estos sueltos del diario gráfico en el que iba registrando su día a día “se convirtieron en chistes y en pequeñas crónicas”. En sus últimos años como estudiante de ilustración en la escuela La Massana empezó a subirlos a Instagram, la red en la que
EL ARTE DEL GARABATO
Oct 10, 2023
4 minutos
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