NO HA SIDO CUESTIÓN DE SUERTE. Ni tampoco una decisión amparada por los cerebros marketinianos, que predicen el vaivén de las caprichosas tendencias. Los lectores más fieles –y veteranos– de GENTLEMAN pueden dar fe de que esta publicación apostó por dar espacio y reflejar el pulso gastronómico de este país –y del mundo, también– desde sus inicios. Quizás fuera el instinto periodístico el que, en 2003, en los albores de esta aventura editorial, impulsó a Gentleman a crear una sección fija para narrar lo que en aquellos tiempos se cocía, esencialmente, en España. Una gastronomía fundamentada en conceptos y técnicas que rompían con los modelos establecidos y estaba llamada a revolucionar el universo culinario de las siguientes décadas.
Al frente de elBulli (Girona) desde 1984, Ferran Adrià lideró el movimiento de la nueva vanguardia española y fue la primera portada que Gentleman consagró a un cocinero,