DESDE que llegó a Tailandia el pasado 17 de agosto, Silvia Bronchalo (48) solo ha tenido una idea en su cabeza: acompañar y reconfortar a su hijo, Daniel Sancho (29).
El joven, ingresado en la prisión de Koh Samui desde el 7 de agosto, acusado de matar y descuartizar a Edwin Arrieta (44), podría enfrentarse a la pena de muerte, y esa es una idea que ninguna madre está preparada para asumir.
Silvia ha viajado sola al país asiático, y así ha estado durante todos estos días.