EL TURBO DEL 911 NUNCA FUE EL PROBLEMA, sino más bien su naturaleza tosca y una entrega de potencia tan brusca para la época. Los conductores expertos lo veían como un reto que había que dominar y los inexpertos se sorprendían cuando el tren trasero se ponía a bailar sin previo aviso. Muchos subestimaron al Turbo o sobreestimaron sus habilidades.
Hoy en día no tenemos que preocuparnos por tales sorpresas, ya que el 992 es casi tan dócil como un compacto. Además, el turbo actual tiene mucho espacio, mientras que en el 930 era difícil hasta entrar en el habitáculo. Así, ya estamos en medio de nuestra historia, sentados en un ejemplar del 930 Turbo de 1976 de color verde, con tapicería de cuadros y cuero de búfalo, que perteneció al mismísimo Ferry Porsche.
Antes de nada, hagamos una excursión por la historia del 911 Turbo. El modelo de producción seprototipo del Turbo, que recuerda a un 964 debido a la forma de los paragolpes (se hicieron para el mercado estadounidense). En la parte trasera llevaba un motor atmosférico de 2,7 litros con un turbo no funcionales.