a curiosidad sobre los meteoros y los cambios en la temperie es tan antigua como la humanidad misma. En textos hinduistas, que algunas fuentes datan en hace cinco mil años, se contienen reflexiones filosóficas sobre los procesos de formación de nubes y lluvias, así como de los cambios estacionales en función de las posiciones relativas de la Tierra y el Sol. Cuatro siglos antes de nuestra era, Aristóteles publicó, con el título de un texto el que habla de las nubes, del viento, del rocío y la escarcha, de las tormentas, huracanes y torbellinos, y en general de todas las interacciones observadas entre sus cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego), a las que da cumplida explicación y también una primera y
