VIAJES EN EL TIEMPO
E n julio de 1946, el físico multimillonario Don Hartley recibía la noticia de que su amada Adele Logan había fallecido en un trágico accidente de tráfico. La causa había sido un reventón del neumático delantero derecho, que estaba en mal estado. Cuatro años después, Hartley culminaba la construcción de su proyecto más ambicioso: una máquina del tiempo. Impulsado por el recuerdo de su amada, decidió retroceder en el tiempo hasta un día antes de su accidente. Entró en el garaje de su coche y decidió cambiar la rueda delantera derecha por un nueva. Al día siguiente, su prometida tuvo un accidente de tráfico. La causa había sido un reventón del neumático delantero derecho… Don Hartley no salía de su asombro: “Yo soy el único culpable de su muerte. Viajé en el tiempo ¡para ponerle un neumático defectuoso! Si no hubiera inventado esa máquina, Adele seguiría viva”.
LA MÁQUINA DEL TIEMPO ¿MADE IN SPAIN?
La historia anterior fue publicada en el verano de 1950 en la revista “Weird Fantasy”, bajo el título “La trampa del tiempo”, ilustrada por (1920-2008) y con guion de (1911-1986), describe la problemática de la imposibilidad de los viajes
