UANAJUATO, Gto.– Los agentes policiacos en Celaya padecen el asedio del crimen organizado en medio de la pugna entre cárteles por la plaza. La detonación de un coche-bomba el 29 de junio último, contra elementos de la Guardia Nacional, reveló el rostro del narcoterrorismo en uno de los municipios más violentos del estado de Guanajuato.
De acuerdo con el gobernador panista Diego Sinhue Rodríguez, el atentado iba dirigido a policías municipales de Celaya, específicamente contra el grupo de la corporación conocido como “fedepales”, exagentes de la extinta Policía Federal que comenzaron a ingresar en 2019 a la policía local, luego de la extinción de su corporación por decisión del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El ataque con bomba también desnuda la descoordinación entre policías estatales y federales, aunque ambas corporaciones, en el discurso, expresan lo contrario.
Un par de días después del atentado, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró en su conferencia mañanera que uno de los elementos de la Guardia Nacional había fallecido, pero esta información fue negada por el gobernador.
“Nosotros preguntamos en la mesa de seguridad, y el general que está a cargo de la Guardia y el (que está a cargo) del Ejército nos dijeron aclaró el mandatario estatal en entrevista a medios de comunicación una semana después del ataque.
