¿Te ha facilitado ser hija de quien eres o te la ha complicado?
En algunos aspectos, me la ha facilitado; en otros, no. Los enemigos de mis padres también son los míos; hay personas que no me han recibido por ser hija de Gloria Mayo, porque, con Jaime Camil. Sustituí a María Inés un día a la semana. Patricio Castillo (q.e.p.d.) es la persona que pensó en mí; sabía que yo tenía esa inquietud con el teatro musical. Era amigo de mi papá, desde que llegaron de Chile juntos; se acordó de mí y son el tipo de cosas que claro que me sirvió ser hija de mi papá. Vine de Miami a la prueba, Felá me dio el libreto y me dijo: “¡Perfecto! ¿Qué hacemos?”, porque yo vivía en Miami y estaba haciendo telenovela allá; los días que no grababa, iba al aeropuerto, me compraba un vuelo y me venía a México a meterme a los ensayos, a ver en qué iban. Así estuve, yendo y viniendo, todos mis ahorros se fueron en aviones. Afortunadamente, al final Felá me reembolsó una parte… y de ahí el teatro no me volvió a soltar nunca más.