El dolor es una experiencia subjetiva, no todos los sentimos de la misma forma ni con la misma intensidad. En la edad adulta, podemos explicarle al doctor dónde nos duele y cómo experimentamos esa molestia que nos limita. Sin embargo, en los bebés, niños pequeños o con discapacidad intelectual resulta más complicado hacerlo, ya que no tienen desarrollado el lenguaje para poder expresar con palabras lo que sienten.
◼ Cambios en su comportamiento
Como explica el doctor Francisco Reinoso-Barbero, del Servicio de Anestesiología y Reanimación Infantil del Hospital Universitario la Paz de Madrid, “para medir el dolor infantil existen una serie de escalas conductuales”. En ellas se observa, por ejemplo, si el