Para Francisco Cervantes, el último de mis raros
¿Basta ser poeta o también hay que parecerio? El monje tiene su hábito y el poeta su gestualidad (nocturna y turbulenta). Paul Verlaine, que lo era y lo parecía, llamó a sus astros tutelares , y Rubén Darío, su discípulo distante, tuvo el tino de subrayar la rareza. Sólo los normales no son raros, pero esos no escriben poesía. Hablamos de aquellas criaturas extravagantes que so pretexto de ser artistas retan los