lexandra Pizzuto es periodista para varias revistas y vive en París pero, al mismo tiempo, no. Con menor o mayor frecuencia emprende un viaje por distintas localidades de Centroamérica, Sudamérica o el norte, dependiendo de su estado de ánimo, y sin dejar de lado su trabajo. “Viajar y trabajar de manera remota te permite vivir casi como un local y como Alexandra -el más importante según la propia empresa- la vida diaria de oficina y cumplir horarios rígidos está cada vez más obsoleto. La flexibilidad laboral, viajar y convertirse en turista sin descuidar el trabajo es una realidad que bien conoce Víctor Parra, de WeWork en Chile. “Nuestras generaciones ya no están atadas por límites de países. Las personas sienten la necesidad de moverse por el mundo y eso ayuda a impactar aun más. Estás en contacto con tu equipo de trabajo y puedes conocer otras culturas, gente de distintos lugares, absorber una gran cantidad de conocimiento y generar un sentido de pertenencia y responsabilidad mucho más intenso que el que se logra estando estático”, cuenta.
