A miles de kilómetros de México y de la “austeridad republicana” promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, los militares de alto grado que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) envió a las agregadurías militares de las embajadas viven como príncipes: cada mes cobran salarios que pueden rebasar los 157 mil pesos y además gastan cerca de 200 mil pesos en comida y transporte.
El 20 de julio de 2022, como todos los días, el general Ricardo Pacheco Guerrero, agregado militar en la Embajada de México en España, facturó a la Sedena su desayuno, comida y cena. Al parecer, ese día el alto grado tenía ganas de comer bien: reportó 69, 76 y 71 euros gastados en alimentación, por un total de 216 euros.
En ese día cualquiera, el general ingirió el equivalente a dos meses y medio de ración de un soldado raso de la Sedena: el 31 de marzo de 2022 López Obrador presumió, en su conferencia matutina, que un miembro de las Fuerzas Armadas desayuna, come y cena por 60 pesos al día. “Lo