The Flash fue la primera película que se adelantó al concepto de realidades paralelas, o multiverso, aplicado a las superproducciones de superhéroes para la pantalla grande –que por otra parte ya había explorado el Arrowerso de CW en la pequeña pantalla en series como Arrow, The Flash, Supergirl, Legends of Tomorrow, etc.–, pero por diferentes circunstancias, incluyendo una pandemia global, acabó adelantándosele en ese terreno la competencia con Spiderman: No Way Home (2021) y Doctor Strange en el multiverso de la locura (2022).
Su punto de partida para dicha propuesta deriva, como no podía ser de otro modo, de un ilustre antecedente, un evento en el universo de las viñetas, el ciclo de 61 entregas que compone el cómic uno de los mejores arcos de de la editorial DC, escrito por el maestro en la materia, Geoff Johns y dibujado por Andy Kubert. Publicado en 2011 ese arco argumental nos invitó a incursionar en un universo DC totalmente alterado en el que Barry Allen ha perdido sus poderes y no es Flash, su madre está viva, su antagonista, el Capitán Frío, es el mayor héroe de Central City, Superman no existe, la Liga de la Justicia no se creó, Batman es Thomas Wayne y no su hijo, y las Amazonas lideradas por Wonder Woman están en guerra con Aquaman y su reino submarino devastando Europa. El cómic tuvo una secuela en 2022.