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Dirige una empresa que sorprende por sus números, pero también por las críticas que recibe. Empecemos por las cifras. La Casa de las Carcasas da trabajo a más de 3.000 personas, factura 145 millones y hoy tiene casi 500 tiendas. Y estos números son los que son. Es decir, están en el registro, son públicos. En cuanto a las críticas, son furibundas y a menudo plagadas de insinuaciones sobre su legalidad y sobre lo blanco o negro de sus actuaciones. Nos han intrigado ambos aspectos así que hemos querido hablar con su CEO y fundador, Ismael Villalobos, sobre las dos cuestiones: cómo facturar decenas de millones a través de un producto de tan poco tiquet como una carcasa y cómo hacer frente a una incesante campaña de desprestigio impulsada por no se sabe muy bien qué intereses. Y él ha contestado a todo.
Pero empecemos por el principio. La Casa de las Carcasas nació como un intento de escapar del destino de trabajador en prácticas al que parecía abocado el estudiante universitario de Jaraiz de la Vera (Cáceres) que era por aquel entonces Villalobos. “En la Universidad, veía que la gente que terminaba sus estudios o no encontraba trabajo o como mucho hacía unas prácticas por 400 €. No quería eso para mí y pensé en emprender. Toda mi familia, tanto de padre como de madre, incluidos los nueve tíos que tengo, eran autónomos y en mi ambiente no se respiraba otra cosa. En aquella época estábamos en pleno boom de las Blackberry y los móviles empezaban a tener cada vez más fundas y más accesorios”. Y así arrancó en 2013 como una tienda online.
EMPRENDEDORES. La Casa de las Carcasas nació como un ecommerce, pero enseguida disteis el salto a la tienda física.
. Empecé vendiendo en una web muy básica realizada con 1&1. Fuimos los primeros en empezar online fuera de las plataformas y eso nos