¿ MOTORHOME O CASA RODANTE? ¿ QUE CONVIENE MAS?
■ Sin experiencia previa, lo mejor es empezar con un vehículo de arrastre, porque es más barato, no tiene un motor que requiera mantenimiento y basta conservarlo sobre tacos para que no se aplasten las ruedas. Ante todo, sirve para saber si a uno le gusta ese estilo de vida -define el rodantista Genoud-. Para algunos, la casa rodante es una carpa rodante. Se instalan en un camping que les provee baños, comedor, electricidad, lavandería. Hay muchos otros que hacen base en un lugar, dejan el vehículo de arrastre y se van con el auto a recorrer. Es una cuestión psicológica: necesitan instalarse, tener un domicilio fijo para sentirse seguros.
■ ¿ Comprar o alquilar?
En el mercado local tambíen hay empresas que alquilan casas rodantes. Los modelos para seis personas oscilan en los 500 pesos diarios, más otros 200 pesos por día de seguro mecánico. Hay tanta demanda, sobre todo de extranjeros, que es necesario realizar una reserva con dos meses de anticipación.
■ Existe también un considerable mercado de segunda mano para comprarlas, con remolques a partir de 30000 pesos y casas rodantes desde los 150 mil. El viejo colectivo que se metamorfoseaba en casa móvil, tal como ilustra la reciente película Familia rodante, es antieconómico y sólo apto para fierreros nostálgicos: el clásico Mercedes Benz 1114 consume 95 litros de combustible cada 100 kilómetros.
■ A pesar de ser apta para grupos familiares, salidas de amigos, escapadas de hombres solos y tours deportivos para practicar rafting, esquí o ciclismo, el turista que mayor provecho sacará de una casa rodante será el que tenga espíritu de hormiguita viajera: un aventurero