Siempre se ha especulado sobre cómo será la catástrofe que termine con la vida en el planeta Tierra. Puede parecer alarmista, pero justo ahora nos encontramos en una encrucijada, que si no tomamos en serio podría provocar un evento de proporciones apocalípticas. Me refiero a la inexorable llegada del cambio climático y el cataclismo ambiental que se cierne sobre nosotros.
Este paradigma representa el mayor desafío del siglo xxi. La mayoría de los países del mundo debería replantearse un modo de desarrollo que no sea el capitalista “rapaz”, sino una opción sustentable basada en un modelo de economía circular, así como lo que algunos han denominado shared economy. El actual modelo deriva de la Revolución industrial y ha llevado a un aumento en la temperatura global y a la explotación laboral.
La Revolución industrial provocó un aumento de la emisión de gases de efecto invernadero que no se ha detenido. En consecuencia, hemos tenido un incremento en la temperatura hasta de 1.2 grados centígrados, peligrosamente cerca del 1.5 establecido como límite