SI PASAS POR EL PUEBLO DE WHITBY, en la costa este de Inglaterra, verás letreros en muchas tiendas de fish & chips: “votado el mejor del mundo 2019”, se lee en uno. “¡Lo mejor de 2018!”, presume el próximo. “F&C Nº 1 del Reino Unido”. Básicamente todos en la ciudad han ganado algo, lo que nos hace pensar en lo baratos que son los elogios y lo fácil que es hablar. Entre los deportivos pasa algo parecido. Siempre está el más rápido, el más caro, el más potente, el ganador de tal o cual premio.
Pero de vez en cuando aparece un automóvil que realmente destaca, y que obtiene críticas tan increíbles que te hacen sentarte y prestarle atención. El Porsche 718 Cayman GT4 RS es uno de esos, y los periodistas de todo el mundo se rindieron a sus virtudes cuando se presentó en marzo. También pudo ocurrir que condujeran un Nissan Leaf de alquiler desde el aeropuerto y que cambiar al Porsche les produjera un shock, o quizá sea cierto que el 718 Cayman GT4 RS es el mejor deportivo del mundo en estos momentos.
Por eso, decidimos poner a prueba esta supuesta grandeza con el Porsche que realmente consideramos el mejor de todos los tiempos. Sí, también es un RS y también tiene un nombre muy largo: hablamos del 997 GT3 RS 4.0 (al que a partir de ahora nos referiremos como 4.0). Lanzado en 2011, el 4.0 fue la última versión de la serie 997 antes de que se presentara el 991 en