en el 2018, la separación en la frontera de México con Estados Unidos comenzaba a sen-tirse como DEFCON 1 (el máximo nivel de alerta reservado para una guerra nuclear). La administración de Donald Trump había impuesto una “política de cero tolerancia” y separaba a los niños de sus padres. Gran parte de Estados Unidos y el mundo estaba horrorizado con esto. Y ese era el punto. La lógica de la separación de las familias era simple y brutal: demostremos que venir a este país es horrible para que la gente deje de venir. Pude presenciar los estragos humanos de este enfoque reflejado en los rostros de los detenidos mien-tras me asomaba por las bardas en las instalaciones de pro-cesos de la patrulla fronteriza en Rio Grande Valley. Dura pero efectiva, decían algunos de los defensores de la política, solo que la estrategia no funcionó. Los “encuentros” en la fron-tera, donde las autoridades detienen o deportan a alguien al llegar
Los inmigrantes no son el problema
Mar 20, 2023
6 minutos
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