Hermosillo, Son.- Aun cuando el Plan Sonora de Energías Sostenibles se anuncia como un generador de miles de empleos y un parteaguas en la creación de energías limpias para mitigar el cambio climático, informes de organismos internacionales, investigadoras y organizaciones ambientalistas alertan sobre un alto costo ambiental y ecológico en las zonas vírgenes de Sonora, así como afectaciones a pueblos indígenas.
Mientras el gobierno federal y estatal buscan captar la atención de inversores para impulsar el proyecto, ambientalistas advierten sobre los efectos en el ecosistema y el deterioro de extensas áreas de Sonora, empezando por la planta fotovoltaica en Puerto Peñasco. Agregan que también había zonas alternativas para el parque aledañas a San Luis Río Colorado que se habían propuesto, en lugar de los terrenos de Grupo Vidanta.
Sergio Müller, presidente de Caminantes del Desierto AC, asociación dedicada a la renaturalización y conservación del desierto de Sonora y que fomenta la participación ciudadana en política pública para gestión de proyectos y educación ambiental, dice a Proceso que el proyecto de construcción de la CFE requiere de una línea de transmisión que se interconectará con la red de Mexicali, lo cual afectará el valor universal y sobresaliente de la reserva de la biósfera del Pinacate y El Gran Desierto de Altar, al igual que parte del Alto Golfo.
“La Planta fotovoltaica está un poco afuera de Puerto