Interpretar a Juan Pablo, el protagonista juvenil de , le trajo a Rodrigo Brand una serie de desafíos: el primero, definir su musculatura con una rutina de ejercicios y cambio de alimentación que lo hicieron lucir los cuadritos en su abdomen. Luego vino la parte más exigente: prepararse con un durante tres meses para realizar él mismo, sin ayuda de, el desafío de este personaje fue más allá de sus capacidades artísticas, pues le tocó aprender un deporte que, hasta entonces, no practicaba. “Fue todo un reto porque implicó adentrarme a una disciplina que desconocía, me exigí como persona porque para encarnar a un clavadista se requiere de mucha dedicación y esfuerzo, necesita llevar el cuerpo a otros parámetros que de repente yo no conocía, pero terminé contento porque el resultado en pantalla, de las escenas, hablan de las ganas que le echamos”.
