La orina y los riñones
El resultado de la tarea de los riñones es alrededor de un litro y medio de orina al día. Esta orina contiene buena parte de los residuos metabólicos que nuestro cuerpo debe eliminar para no autointoxicarse, así como restos de escorias, productos tóxicos o extraños o contaminantes que a través de la comida, la bebida, el contacto corporal y el aire respirado han penetrado en nuestro interior.
En cuando a los dos riñones, su trabajo es constante y agotador. Según las costumbres higiénicas y dietéticas que sigamos, podremos influir de forma importante sobre su estado de salud y buen funcionamiento. Son nuestros grandes «limpiadores» internos.
La gran central depuradora
Nuestro cuerpo dispone de diferentes tipos de células, tejidos y órganos que tienen una actividad propia y producen, por tanto, una serie variada de residuos metabólicos. Al ser eliminados por las diferentes células del cuerpo, permanecen en el líquido intersticial o en el omnipresente tejido conjuntivo laxo, que existen entre las estructuras antes citadas, hasta que van a parar al torrente circulatorio, tras ser captados por los capilares sanguíneos y linfáticos. Una vez en la sangre llegan a los riñones y, gracias a unas estructuras especiales que poseen, son eliminados