Esta es la historia de una familia que de vender hilos, colorante y prendas a la industria militar, se ha expandido a la construcción en instalaciones estratégicas y, en unos cuantos años, a la proveeduría de vehículos militares, refacciones para tanques, unidades blindadas y lanzaproyectiles calibre .40 mm.
La cabeza del conjunto de empresas es Patricia Manon Romero Rodríguez; ella y sus hijos Eduardo Gutiérrez Romero y Mario Alonso Ortiz Romero han construido un emporio que en 12 años consiguió contratos por más de 3 mil millones de pesos sólo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Empero, nunca como hasta el actual sexenio, el grupo familiar-empresarial alcanzó contratos tan jugosos ni había logrado extenderse de la proveeduría textil a la de armas, vehículos y refacciones como lo hizo el 1 de septiembre de 2020, cuando consiguió un contrato por cerca de 433 millones de dólares. Dicho contrato fue adjudicado a la empresa Intman, como resultado de la licitación pública internacional LA-007000999-E466-2020.
Creada en la Ciudad de México en 2010, de acuerdo con su acta constitutiva, por Patricia Manon Romero Rodríguez y su hijo Eduardo Gutiérrez Romero, el objeto de Intman era amplísimo pues, en las 25 fracciones de su