EL PROTAGONISMO DE LAS MUJERES EN LA HISTORIA DEL ARTE HA SIDO, TRADICIONALMENTE, UN TANTO DESOLADOR. MÁS PRESENTES COMO MUSAS QUE COMO CREADORAS, SU TALENTO FUE UNA Y OTRA VEZ ANULADO O SILENCIADO. Las pocas mujeres que pudieron dedicarse al arte y vivir de sus obras lo hicieron gracias a la apertura de miras de sus padres o maridos que supieron ver, admirar y potenciar sus capacidades artísticas. Cuando consiguieron sustituir el cazo por el pincel, aún se encontraron con otro impedimento como fue el de la limitación en las temáticas. Por supuesto, el trabajo de la anatomía humana les fue vetado de manera reiterada y fueron unas temáticas escogidas las que se les permitió practicar. El retrato pero sobre todo el paisaje y las naturalezas muertas fueron los principales temas a los que dedicaron su obra pintoras como Clara Peeters, Fede Galizia, Elisabetha Sirani, Sofonisba Anguissola o Lavinia Fontana.
LA OBRA DE DE ALPHONSE DE NEUVILLE O EDOUARD DETALILLE MARCARON PARA SIEMPRE