Gracias a los avances tecnológicos, gestionar un viaje es cada vez más fácil, rápido y barato, y podemos reservar vuelos y alojamientos a la medida de nuestras necesidades con un solo clic. Pero la tecnología también ha traído consigo nuevos riesgos y preocupaciones para los viajeros. Uno de ellos es la privacidad, la cual se ve muchas veces comprometida por estos avances.
En los últimos años, algunos viajeros han visto arruinadas sus vacaciones al encontrarse cámaras de vigilancia escondidas en sitios comprometidos de la propiedad en la que se estaban alojando. Y, a menudo, estas cámaras espía también se encuentran en propiedades reservadas a través de plataformas como Airbnb.