John Frederick Milius no está retirado, pero como a muchos otros directores veteranos (bueno, a él un poco más, porque no se ajusta a las directrices del pensamiento dominante), Hollywood le ha dejado en dique seco prematuramente. Quizá si muchos veteranos siguieran en activo (pienso en John Carpenter, en Walter Hill, o en las dificultades que tiene para encontrar financiación un director tan interesante como Terry Gilliam, por poner algunos ejemplos), el cine que se estrena en nuestros días no adolecería de la flojera, desorientación y docilidad descafeinada que presentan muchas películas.
¿Estamos perdiendo una mirada de madurez esencial hacia la sociedad de nuestros días para sustituirla por una festiva explosión de chistes donde no toca, efusiones emocionales superficiales y oportunistas, y en