El presupuesto es sobre todo una herramienta de visualización del futuro a corto plazo para los próximos 12 meses y también una forma de liderazgo, porque al hacerlo debemos consensuar con el equipo qué queremos hacer y cómo en el próximo año a partir de los recursos que tenemos y poniéndole números. La negociación forma parte del presupuesto y es clave para que todos los responsables se impliquen en la forma de alcanzar los objetivos con los recursos de los que disponemos”, comenta Argelia García, CEO de ToGrowfy.
Eso sí, una vez consensuados y aunque estemos hablando de presupuestos anuales, no debemos dar por hecho que son intocables. “El presupuesto tiene que ser una herramienta que te ayude a gestionar la empresa. Con lo cual, si deja de ser útil, tienes que actualizarlo. No puedes seguir anclado a un presupuesto que se esté alejando de la realidad”, advierte Vicente Esteve Pascual, asesor financiero para startups.
Para Esteve, la mayoría de los errores al realizar un presupuesto se dan precisamente en la rigidez a la hora de interpretarlos: