ay en el perfume una fuerza de persuasión más fuerte que las palabras, el destello de las miradas, los sentimientos y la voluntad. La fuerza de persuasión del perfume no se puedeindividuos que tal vez ya olfatean poco debido a la desaprobación social (eso de dar excesivo uso a la nariz es más cosa de canes...), pero individuos que al fin y al cabo huelen. Huele nuestro cuerpo (el olor corporal nos individualiza como las huellas digitales, en palabras del antropólogo David Le Breton) y el olor puede ser usado desde para gastar una broma hasta para procurar la modificación de nuestra conducta. Así, Disney, hace más de cuarenta años, empezó a prodigar fragancia de palomitas calientes en sus parques de atracciones, ya que comprobó que de este modo sus visitantes se gastaban más dinero comprando chucherías y piscolabis. Por otra parte, la empresa Dunkin Donuts hizo una prueba en el transporte público de Seúl: camufló unos difusores de olor a café recién hecho en la puerta de salida del autobús, que se activaban cuando alguien se bajaba junto a algún local de la franquicia. ¿El resultado? Un aumento del 29 % de sus ventas. El tema, desde luego, es apasionante. Lo mismo que todos los demás artículos que componen este número: la historia de las redes neuronales informáticas, la búsqueda del ancestro X fuera de África (¿cómo influiría en su vida el olor?), el viaje a la gran fosa de Atacama... Disfruta de la lectura.
Seres humanos, seres ‘olientes’
Nov 22, 2022
1 minuto
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