xiste una enorme resistencia al nuevo paradigma en el que la conciencia es fundamental. Me refiero aquí a algo diferente al escepticismo. Todos los buenos experimentalistas son, decía: «Los mecanismos (del cerebro) –lo que a veces llamamos mente– son una consecuencia de su anatomía y su fisiología, y no hay más». Luego, en 1996, en su último libro, , dijo: «Hay tres afirmaciones en el campo de la percepción extrasensorial que, en mi opinión, merecen un estudio serio: que solo por el pensamiento los seres humanos pueden afectar (en escasa medida) a generadores de números al azar en ordenadores; que las personas bajo privación sensorial leve pueden recibir pensamientos o imágenes que se les proyecten; y que los niños relatan a veces los detalles de una vida anterior, que, una vez investigados, resultan ser correctos y que no podían haber conocido de otra manera que por la reencarnación». ¿Qué había cambiado? En el intervalo, Sagan había conocido a su colega de la Facultad de Cornell, el psicólogo Daryl Bem. Cuando Sagan hizo las habituales afirmaciones escépticas sobre la pobre calidad de la investigación, Bem le preguntó si realmente había leído alguna investigación reciente. Sagan admitió que no, y pidió a Bem que le enviara algún ensayo que hubiera escrito recientemente. Después de leer ese trabajo, Sagan, verdadero científico, se inclinó ante la evidencia.
LA OPINIÓN DE CARL SAGAN
Nov 25, 2022
1 minuto
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