Uno: donde eliminamos el hype de un plumazo y centramos tus expectativas.
“Te voy a decir exactamente lo que no vamos a tener: no vamos a tener perros que vivan treinta años, ni perros que vivan cuarenta, ni perros inmortales. No vamos a tener tampoco perros que no enfermen nunca, y por supuesto no vamos a tener perros zombis... ya sabes, esos perros verdaderamente viejos que tienen una calidad de vida pésima al final de sus vidas”, advierte sin un atisbo de ironía Céline Halioua, CEO de Loyal for Dogs, una de las dos estadounidenses más prometedoras en el desarrollo de fármacos que, si así lo confirman los ensayos clínicos todavía en curso, permitirán alargar la esperanza de vida saludable (vida útil, en la jerga de Silicon Valley) de los perros y, a largo plazo, de los humanos. Porque ese es el concepto tangible, realista, sobre el que trabajan ahora mismo los científicos y las que pueden ofrecer resultados a corto plazo. Y por corto plazo estamos hablando de menos de cinco años. La otra empresa, unadel laboratorio del genetista de la Universidad de Harvard George Church, es Rejuvenate Bio, y no, tampoco promete perros inmortales, ni perros zombis. Así que este es el plan: no se trata de poner en el mercado fármacos que permitan que los perros vivan más años, sino de diseñar medicamentos que