MÉTODOS TRADICIONALES Y NUEVOS
El cuerpo humano es la casa que nos aloja de por vida. Piense cuántas veces se olvida de él durante el día. Y recién lo registra, a la noche, al acostarse porque los músculos le pasan ‘factura’. Por suerte, existen especialistas que nos ayudan a conectarnos de nuevo con nuestro cuerpo: “los kinesiólogos”. En esta nota le contamos, de qué se trata esta especialidad anti-dolores, sus nuevos métodos, cómo reconocemos a un buen kinesiólogo y mucho más.
ORÍGENES
La kinesiología proviene del vocablo griego Kinesis-movimiento-y logos-estudio-. Y su función es que a través del estudio del movimiento y de la aplicación de ciertas técnicas y procedimientos podría mejorar el sistema psico-motor del individuo. Su objetivo primordial es rehabilitar a los pacientes por diversas afecciones y ayudar a las personas a realizar las actividades diarias sin lesionarse.
Los kinesiólogos trabajan en forma integral con otras especialidades como la traumatología, la neurología y la cardiología, entre otros campos. Por ese motivo, reciben diversidad de consultas desde deportistas, personas con problemas neurológicos, pacientes que han sufrido infartos cardíacos o que padecen enfermedades respiratorias, y también pacientes neurológicos que sufren de parálisis facial.
• Eligiendo a un buen especialista
Pensemos en los escasoses mayor de lo que imaginábamos. Pero, ¿cómo sabemos cuando estamos ante un buen kinesiólogo? “En mi opinión, un buen especialista es aquel que durante años ejerce con dedicación en un área, y que en su haber guarda una casuística que lo avala” afirma Daniel García, Kinesiólogo, fisiatra del Hospital Dr. Bernardo Hous-say de Vicente López. “Un buen especialista estará matizado por la experiencia clínica y para eso se necesitan años en lo asistencial. Es fundamental rever los objetivos propios para cambiar aquello que nos facultó. Por supuesto, teniendo en cuenta siempre las prioridades del paciente que tenemos enfrente”, agrega el especialista.