La Argentina está a las puertas de convertirse en un exportador neto de energía, y el petróleo y el gas no convencionales son los más inmediatos recursos a los que podrá apelar para cambiar su matriz económica, no solo por volúmenes sino por el desarrollo ya alcanzado por la industria en Vaca Muerta. La formación neuquina está a la cabeza de las potencialidades que en el sector energético se le reconoce globalmente al país: recursos convencionales offshore, hidrógeno verde, energías renovables y también minerales de alta demanda para la transición hacia la electrificación como litio y cobre. Entre las operadoras hay optimismo, aun con un sendero pendiente por recorrer, y alistan sus proyectos de desarrollo e inversión para una nueva etapa; incluso hay obras concluidas a la espera de abrir el grifo cuando la infraestructura esté disponible.
Si hay algo que en el sector no se discute hace unos años es el potencial y la capacidad de convertir los recursos en abastecimiento local y exportaciones. Vaca Muerta dio sus primeros pasos en 2012, en 2013 se otorgó la primera concesión no convencional, y en la actualidad son 45 las concesiones de ese tipo con 12 áreas en desarrollo y 15 compañías operando. Con una mejora que se registra mes a mes, la producción de petróleo de la formación supera los 275.000 barriles diarios (40% del total del crudo del