El de KüchenHouse es un negocio consistente, con una baja tasa de riesgo, incluso en escenarios económicos complejos. Este rasgo competitivo de la marca es fruto de la propia solidez del concepto, madurado desde su creación en el 2007, y al hecho de que cubren las posibles debilidades del mercado y las convierten en oportunidades.
, CEO de la compañía, explica la estrategia descrita a través de dos ejemplos muy gráficos. “Al igual que en otros sectores, el mundo de las reformas y del mobiliario ha sufrido un gran desabastecimiento de material, lo que se ha traducido en un encarecimiento de los productos y largos plazos de entrega. Nosotros, en cambio, no contamos con esa, algo que nos está diferenciando y mejorando nuestra reputación. Otro de los grandes obstáculos del mercado es la falta de instaladores profesionales, un fenómeno que no nos afecta, ya que nos encargamos de montar las cocinas. En este sentido, formamos y especializamos a todo el personal a través de nuestro portal digital KH University".