ILUMINAMOS LOS MISTERIOS Y LAS MARAVILLAS QUE NOS RODEAN
NATIONAL GEOGRAPHIC
VOL. 51 NÚM. 5
LOS PORTOBELLOS CAEN en mi sartén Le Creuset con un chisporroteo. Luego vienen los puerros, las cebollas y las zanahorias junto con una botella entera de cabernet californiano. Después de horas en el fuego, el líquido espeso de color bermellón se reduce a un jarabe con el que cubro los hongos una y otra vez hasta que quedan glaseados como una dona.
Debido a que las costillas en estofado eran mi platillo favorito, me sentí con confianza de adaptar la receta con portobellos para mi primer Día de Acción de Gracias vegano. No obstante, mientras servía los hongos a mis invitados -algunos de mis familiares más cercanos-, sentí que había cometido un error. Los portobellos tomaron un color como de vínnsceras que no era nada apetecible. Cuando los rebané no sabían mal, solo a hongos.
Hasta hoy lo recuerdo como el Día de Acción de Gracias en el